miércoles, 10 de diciembre de 2014

Dulces Sueños

A ella, por siempre

Hey, mi vida, aquí tienes el reproductor
pon en modo aleatorio el playlist
y espera a que suene una de nuestras canciones,
tranquila,
vendrá
lo sé.
Tarareala lo más fuerte que puedas.
─Tienes una voz preciosa ¿lo sabías? ─
Cierra los ojos y dame tu mano que te sacaré a bailar
eso sí, tengo dos pies izquierdos,
espero no te incomode,
¿vale?
ciérralos,
de nuevo
que te voy a comer la boca
y llenar de sueños tu corazón.

Hey, mi vida, ha pasado una estrella,
de esas fugaces,
¿la viste?
y te he pedido a ti de deseo,
es decir:
Aquí.
Ahora.
Conmigo.
La noche es joven
tenemos una botella de vino
Y toda una vida por delante.
─Tienes unos hermosos ojos,
Lo siento, ya te lo había dicho ¿verdad? ─

Hey, mi vida, no hace falta que te quites la ropa
tienes desnudo el corazón.
─no sé dónde demonios aprendiste a sonreír así.
pero síguelo haciendo
que así te puedes comer al mundo.
y yo ya no sé si existe algo bonito
después de ti─.
Bésame.
Ahora.
Por siempre.
Antes que despierte
y te tengas que ir.

Hey, mi vida, acércate
un poco más,
anda,
que el mejor poema que he de escribir
lo haré en tu espalda,
mientras tanto
tú sigue bailando,
cariño,
que yo haré malabares con mis ojos
al mirarte.

Hey, mi vida, despierta
no te duermas todavía
que es la última noche de los dos
y está preciosa,
apaga las luces
─Si quieres─.
y recuéstate entre mis piernas
que te voy a contar un secreto:
Te quiero…
no me mires así,
lo siento,
tenía que decirlo aunque suene repetitivo,
pero no quiero que lo dudes ni por un momento.
Te quiero.

Hey, mi vida, te voy a despintar los labios
que los míos están muy grises
y les quedaría perfecto un poco del rojo de los tuyos
eres la mujer de mi vida
de mis sueños
y pesadillas.

Hey, mi vida, es hora, me tengo que ir
tú sigue durmiendo
dulces sueños,
que para mi
desde ahora
todo será pesadillas.



domingo, 7 de diciembre de 2014

Último Cigarrillo

Aquella lagaña que se llevó el lavabo,
fue la última prueba de mis sueños,
─conmigo solo se quedaron las pesadillas─.
El último cigarro y lo dejo
igual que a ti
la misma frase ilusa de todas las noches,
la misma mentira de todos los días.
El último cigarro y lo dejo
─por lo menos durante hoy─.

Saldré a conseguir puestos de primera fila
en el teatro de tu sonrisa,
es que a veces te echo de menos
y a veces en mi diccionario quiere decir:
Siempre.
Pero te lo juro, el último cigarro y lo dejo
─al menos durante hoy─
que se me van escapando los sueños
y yo solo me quedo con las pesadillas
y las ojeras.

Parece que el cielo se estuviera cayendo
y no te tengo junto a mí,
para soportarlo.
Saldré a comprar tabacos
y repetirme: “el último cigarro y lo dejo”
Padezco de una necesidad innata de sentir daño,
y desde que ya no estás
solo yo puedo hacérmelo.

Tengo una mancha negra en mi pulmón
con tu nombre
un hueco en la parte izquierda de mi pecho
de la medida de tus tacones
y un gris en mi boca
esperando por el rojo de tus labios.

Debo admitirlo
supe quién soy, el día que te miré a los ojos,
un cigarro a medio fumar,
un poema medio escrito
una botella media vacía,
una canción con la mitad de melodía,
todo a medias
y creí
─que idiota─
que tú
siempre
serías
mi otra
mitad.

El último cigarro y lo dejo
el último, que necesito soportar
esta tarde lluviosa de domingo.