domingo, 19 de octubre de 2014

A la mierda, el progreso

Dejé de dormir
para no verte en mis sueños.

Me cubrí de capas de ropa en invierno
para no acudir a tus abrazos.

Llené de cigarrillos mi boca
para no salir en busca de tus labios.

Quité de mi calendario todos los febreros
para no pensarte.

Nunca regresé a la playa
para no recordar tus caderas
ni ver el océano
y pensar en tus ojos.

Borré todas mis listas de reproducción
y le quité tu nombre
a todas esas malditas canciones
que solo hablan de ti.

Dejé de leer poesía
para no encontrarte
en todos esos poemas
que te mencionan sin nombrarte.

Cambie de ruta
para nunca más cruzarme
por las calles donde andábamos
y encontrarme con tus huellas.

Me cambié de casa
de barrio
de ciudad
de nombre
de vida.
Y cuando ya creía
que estaba olvidándote
apareces
junto con esa
maldita sonrisa
y a la mierda
todo el progreso.