Décimo quinto cigarrillo desde que te fuiste
─siguen aumentando las colillas─
y no he parado de fumar,
tengo una foto tuya en la mesita de noche,
para recordarte
─aunque te veo en cada uno de mis sueños─,
junto a esa botella de cerveza
que ni siquiera he comenzado.
Ismael desde la radio me recuerda que:
Es tan corta la vida
y son tantas despedidas…
Pero sin duda la que más me dolió
fue la tuya,
cortante,
sin el beso ni la promesa
─de volver─.
Un libro de poesía de alguien de la ciudad en la que vivo
me cae como balde de agua fría
y es que en verdad:
Decirte que…
te quiero
quizá
ya no tiene importancia
ahora que duermes en los brazos de alguien más.
─y viceversa─.
No existe persona alguna
que sea capaz de soportar este cuadro de desórdenes
a mí que las relaciones siempre me han durado un nada
y la tuya que fue nada
toda
una
vida.
El cenicero al tope
la copa llena
y mi cama vacía
son un recordatorio
de que ya no estás.
Por eso,
intuyo que dejarte marchar
es como saber dónde colocar el punto final a un poema.
Pero yo siempre espero tu regreso y le agrego dos más...
─siguen aumentando las colillas─
y no he parado de fumar,
tengo una foto tuya en la mesita de noche,
para recordarte
─aunque te veo en cada uno de mis sueños─,
junto a esa botella de cerveza
que ni siquiera he comenzado.
Ismael desde la radio me recuerda que:
Es tan corta la vida
y son tantas despedidas…
Pero sin duda la que más me dolió
fue la tuya,
cortante,
sin el beso ni la promesa
─de volver─.
Un libro de poesía de alguien de la ciudad en la que vivo
me cae como balde de agua fría
y es que en verdad:
Decirte que…
te quiero
quizá
ya no tiene importancia
ahora que duermes en los brazos de alguien más.
─y viceversa─.
No existe persona alguna
que sea capaz de soportar este cuadro de desórdenes
a mí que las relaciones siempre me han durado un nada
y la tuya que fue nada
toda
una
vida.
El cenicero al tope
la copa llena
y mi cama vacía
son un recordatorio
de que ya no estás.
Por eso,
intuyo que dejarte marchar
es como saber dónde colocar el punto final a un poema.
Pero yo siempre espero tu regreso y le agrego dos más...