lunes, 28 de julio de 2014

Desórdenes

Décimo quinto cigarrillo desde que te fuiste
─siguen aumentando las colillas─
y no he parado de fumar,
tengo una foto tuya en la mesita de noche,
para recordarte
─aunque te veo en cada uno de mis sueños─,
junto a esa botella de cerveza
que ni siquiera he comenzado.

Ismael desde la radio me recuerda que:
Es tan corta la vida
y son tantas despedidas…
Pero sin duda la que más me dolió
fue la tuya,
cortante,
sin el beso ni la promesa
─de volver─.

Un libro de poesía de alguien de la ciudad en la que vivo
me cae como balde de agua fría
y es que en verdad:
Decirte que…
te quiero
quizá
ya no tiene importancia
ahora que duermes en los brazos de alguien más.
─y viceversa─.

No existe persona alguna
que sea capaz de soportar este cuadro de desórdenes
a mí que las relaciones siempre me han durado un nada
y la tuya que fue nada
toda
una
vida.

El cenicero al tope
la copa llena
y mi cama vacía
son un recordatorio
de que ya no estás.

Por eso, 
intuyo que dejarte marchar
es como saber dónde colocar el punto final a un poema.

Pero yo siempre espero tu regreso y le agrego dos más...

jueves, 10 de julio de 2014

Hoy no

Lo nuestro era estrictamente profesional:
Ella me enamoraba
y yo escribía. 
-Pablo Benavente.

Hoy no escribiré un poema sobre ti.
Hoy no escribiré sobre tus ojos de gata en celo
sobre esos ojos de océano,
hoy no escribiré sobre tu cabello de tesoro de pirata
de sol radiante en el desierto,
hoy no escribiré sobre lo bien que te quedaba ese vestido negro
y esos zapatos de tacón alto,
hoy no escribiré sobre tu cintura de bailarina de ballet,
de tu delicadeza de cristal,
hoy no escribiré sobre tu sonrisa
y como llena de colores a mis días grises
hoy no escribiré sobre el precipicio de tus pestañas
y las ganas de lanzarme de ellas,
hoy no escribiré sobre tu clavícula
y lo mucho que quiero quedarme clavado en ella,
hoy no escribiré sobre tu espalda
y la ansiedad que me provoca treparla
hoy no escribiré sobre tus brazos
y lo bien que encajan en mis hombros,
hoy no escribiré sobre el largo de tus piernas
bailando al ritmo de tu canción favorita,
hoy no escribiré sobre la brisa de tus suspiros
en las tardes calurosas de verano,
hoy no escribiré sobre tu voz
y la ventaja que le lleva a los cantos de sirena,
hoy no escribiré sobre el rojo de tus labios
y el infierno por no poder rozarlos,
hoy no querida,
hoy no escribiré sobre ti,
no vaya
a ser
que
se
enamoren.